Como realizar una lavativa anal


Cuántas veces hemos podido tener un buen rato de sexo con alguien y se nos ha cortado el punto por culpa de haber manchado accidentalmente o simplemente notado olor a mierda. O cuántas veces hemos querido ser preñado por uno o varios tíos y haber disfrutado luego con la lefa pura y limpia, o lo que es lo mismo hacer un felching. Por no decir, de habernos metido demasiadas sustancias que nos han aflojado en exceso el esfínter.

Todos los tios no somos iguales, dependiendo de la forma de vida, alimentación o metabolismo; mientras algunos jamás manchan hagan lo que hagan con su culo, algunos son más propensos a manchar durante las relaciones. Es en estos casos cuando debemos hacernos una lavativa antes de la relación para no tener sorpresas inesperadas. Esta operación tan solo te llevará cinco minutos más de lo que te lleva una ducha normal y sin embargo tendrás grandes beneficios.

Sin embargo, no es un requisito para una buena práctica del sexo anal, a no ser que se tengan a menudo problemas digestivos que, a su vez, lleven a sufrir problemas con las heces porque éstas salgan fraccionadas y/o descompuestas. En este sentido, cuidar la alimentación es una medida mucho más eficaz, procurar por ejemplo que sea equilibrada y contenga la suficiente fibra. Con tomar la precaución de evacuar antes de la relación sexual, o dejar pasar unas horas desde la evacuación debería ser suficiente, ya que el recto irá absorbiendo por sí mismo los restos de heces que pueda contener.

El lavado interior del ano, lo que comúnmente se conoce como lavativa, enema o hidroterapia de colon, no tiene consecuencias negativas de ningún tipo, siempre que no se lleve a cabo con demasiada frecuencia ni se realice con sustancias agresivas para el organismo.



■ QUÉ ES UNA LAVATIVA

Las lavativas o limpieza de colon es una técnica médica que se utiliza desde los inicios de la medicina. Consiste en la irrigación del colon con agua, suero fisiológico o alguna sustancia laxante a través del ano con el objetivo de eliminar todas las sustancias de desecho o heces que se almacenan en la última parte del intestino grueso.

No hay que olvidar que la mejor solución para eliminar toxinas es seguir una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. La ingesta regular de fibra es fundamental para conseguir una regularidad en la eliminación de las heces. La práctica regular de deporte también ayudará a facilitar el peristaltismo intestinal y, por tanto, la eliminación de sustancias de deshecho.

Las lavativas intestinales son muy efectivas para la limpieza del colon y para recobrar la regularidad de los movimientos intestinales además de para solucionar problemas de estreñimiento crónico y evitar atascos intestinales que pueden derivar en problemas más graves como una perforación intestinal. Pero estas técnicas no están indicadas en pacientes con diverticulitis o diverticolosis, Enfermedad Inflamatoria Intestinal, insuficiencia renal, cirrosis, hernias abdominales, hemorroides, y fístulas y fisuras anales, entre otras enfermedades.




■ REALIZAR LA LAVATIVA

Antes de realizar la lavativa, y para que sea lo menos aparatosa posible, debemos evacuar en el retrete todo lo que podamos. Si en ese momento no tenemos ganas, o pensamos que no tenemos demasiada carga, podemos pasar directamente a la ducha o bañera y seguir los pasos siguientes:


Preparamos la manguera. Para ello, desenroscaremos el flexo difusor de la ducha hasta quitarlo. Una vez quitado, localizaremos la junta (una arandela de goma negra) que se encuentra entre la rosca de la manguera y el flexo. Es importante retirar la junta para evitar que se nos meta por el culo accidentalmente.

Controlamos la presión y temperatura del agua. Una vez desmontado el flexo y la junta, ya tenemos la manguera que usaremos para hacernos la lavativa. Con ella orientada hacia abajo, accionaremos los grifos y comprobando con las manos seleccionaremos una temperatura tibia o lo más fría posible, así como regulando el caudal de agua lo más fuerte que soportemos.

Colocamos la manguera en el ano. A continuación nos colocamos en la bañera o ducha en cuclillas y con la manguera orientada a nuestro ano, lo más cerca posible de éste. Accionamos los grifos para dar poco a poco presión de agua hasta la mayor que podamos soportar sin que nos moleste. Cuando estamos un rato sintiendo el chorro de agua en nuestro ano, notaremos como se nos va abriendo. Ejercitamos el ano abriéndolo y cerrándolo mientras recibimos el chorro.


La lavativa. Lentamente vamos acercando la manguera hacia nuestro ano hasta que la tengamos conectada o incluso con parte del borde dentro, es en este caso cuando nos llenaremos literalmente de agua y una vez lleno nos vaciaremos, soltando los excrementos que tengamos.

Repetimos el llenado de agua y vaciado tantas veces hasta que dejemos de soltar heces y estemos seguros de estar totalmente vacíos.

Solo con agua se puede realizar perfectamente el lavado. Es importante no usar, jabones, geles, sales, ni ningún producto que pueda irritarnos o darnos algún tipo de problema. De igual forma, es importante que la temperatura del agua esté entre fría y tibia, nunca demasiado caliente o podremos tener problemas de irritación.

Para garantizar al 100x100 la limpieza interior, es recomendable cuando terminamos y salimos de la ducha, pasados unos cinco o diez minutos, volver a meternos y repetir el proceso de lavativa ya que en ocasiones, puede seguir bajando heces que en la primera vez no habían salido. También podemos garantizar la limpieza total alternando la lavativa con dildos o consoladores, para facilitar el dilatado de nuestro ano.



■ DESPUÉS DE LA LAVATIVA

Una vez finalizada la lavativa, y asegurándonos de haber expulsado todo el agua y heces que teníamos, podemos salir de la ducha o bañera y secarnos normalmente.

Ten en cuenta, que dependiendo de la presión y cantidad de agua que te hayas podido meter, aunque creas haberla expulsado toda, puede quedarte todavía, y aunque no sea tan desagradable como manchar con heces, podrías soltar accidentalmente más de la que imaginas. Es por este motivo, por el que debes intentar no tener sexo hasta pasados unos diez o quince minutos después de la lavativa, hasta que el propio organismo haya absorvido el agua que te haya quedado sin expulsar.

La hidroterapia intestinal presenta muchos beneficios además del puramente higiénico: aliviar los espasmos y el gas intestinal, resuelve los problemas digestivos y alivia los dolores de espalda causados a menudo por la presión del intestino. Sin embargo, su mayor beneficio deriva de la eliminación de las toxinas del colon, aliviar la tensión del hígado y mejorar la respiración y la limpieza de la piel interior.

Toda lavativa debe ir acompañada posteriormente de la toma de probióticos (zumo de naranja, té, yogur con bífidus, etc). El motivo es que durante este tratamiento, no solo se eliminan las impurezas del colon sino que también se pierde parte de la flora intestinal, que es la encargada de cuidar de nuestra salud digestiva y nuestro sistema inmunitario.

Los probióticos son microorganismos vivos que administrados en la cantidad y forma adecuada son beneficiosos para la salud. Consiguen estabilizar la composición de la flora intestinal aumentando la resistencia a agentes patógenos (que producen enfermedades) y producen sustancias que ayudan a fabricar algunas vitaminas y enzimas necesarias para la salud digestiva.

Además, en algunos casos, puede experimentarse cansancio o un leve mareo, pero es algo temporal y desaparecen con descanso. A medida que se van eliminando toxinas con desintoxicaciones y colónicos, y se mejora la dieta con alimentos más naturales y libres de pesticidas, se recupera la fuerza y la vitalidad perdida.